Mi realidad diaria se limita a el área metropolitana de Monterrey, N. L., una cuidad que hasta hace 3 o 4 años, tenía un atractivo no solo turístico, si no de inversión y como ciudad para residir. Ya que la tranquilidad que se podía sentir al caminar por la mayoría de sus calles. Claro que como cualquier ciudad de mediano tamaño había lugares en los cuales no era seguro transitar si es que no lo conocías. Parecía que nos convertiríamos en una sucursal del Distrito Federal, lo que traduaciamos en trafico, sobre población, contaminación, claro que no todo era malo, el crecimiento de la ciudad podría traer prosperidad, empleo, bienestar, etc.
Pero en la actualidad y ante tantos hechos lamentables, sobre todo por la pérdida de vidas inocentes. Alumnos muertos a las puertas de una universidad de prestigio, secuestros o amenazas estudiantes, empresarios, balaceras en los alrededores de colegios privados, ejecuciones o intentos de ejecuciones en plazas comerciales o en la vía publica y no se diga "narcobloqueos"(palabra recientemente reconocida por la RAE).
La gente cada vez se cuestiona si es seguro visitar o residir en Monterrey.
La gente cada vez se cuestiona si es seguro visitar o residir en Monterrey.
Es una pena que este tipo de hechos se hacen comunes en la cotidianidad, de la llamada "Sultana del Norte". Es triste para quienes nos gusta nuestra ciudad, quienes vivimos el día a día aquí.
En la actualidad casi nos podemos comparar con ciudades tan peligrosas como Cd. Juárez (una de las ciudades más peligrosas del Mundo), Nuevo Laredo, Tijuana, el estado de Sinaloa, etc.
Sé que esto no se resolverá de la noche a la mañana, pero en el "inter" estamos en medio de esta guerra las personas que tratamos de hacer bien las cosas, salir adelante de manera honrada y proveer a nuestras familias de un futuro prometedor.
La verdad es que si buscamos culpables no terminaríamos de crear conspiraciones o suposiciones que no nos llevan al 100% de la verdad en cuando al origen de tanta violencia.
Creo que lo que tenemos que hacer es buscar salir adelante, educar a nuestros hijos para que no caigan en adicciones, ofrecer mejores oportunidades laborales para evitar el desempleo, no fomentar la ilegalidad en cualquiera de sus manifestaciones, ser mas cordiales con el prójimo y principalmente TENER MUCHA FE en que todo mejorará.
Hasta aquí me despido de esta válvula de escape, que creo que mentalmente es bueno ya que diario recibimos tanta información que de alguna manera tenemos que liberar la olla de presión en la que se pude convertir nuestro cerebro.
ECL