Lo que llevamos del 2020 ha sido como una montaña rusa de emociones, literalmente para todo el mundo. Hemos visto nuestros mas grandes temores hechos realidad.
Vaya que si este año ha sido como ninguno de los que he vivido en mis casi 37 años de vida. México en particular es un país con claroscuros y no todo es blanco o negro. A qué me refiero con esto, que no todo es bueno ni todo está mal.
Como sociedad hemos enfrentado grandes retos, una conquista Española, una Revolución en el siglo XX, "Dictaduras" disfrazadas de democracia, desastres como huracanes y terremotos. Como sociedad hemos salido adelante sin importar los "líderes" que tengamos. Por lo que espero que seamos de los países menos golpeados.
Como película apocalíptica países enteros han tenido que ocultarse en el lugar más seguro que encontraron, sus hogares.
El mundo esta cambiando, nuestra sed de poder y avaricia nos ha cegado como especie, el origen de esta pandemia a la fecha no se conoce a ciencia cierta.
No sabemos si esto es un arma biológica, un castigo divino o la respuesta de la naturaleza a nuestro desperdicio de recursos naturales. Podríamos encontrar un sin fin de teorías de conspiración, teorías religiosas, teorías conservadoras o liberales.
No cabe duda que Isaac Newton, entre el siglo XVII y XVIII ya lo sabia, "Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es el océano". En particular en esta era de la tecnología y dentro de este océano de información no podemos asegurar que todo sea verdad.
No cabe duda que después de esta situación el mundo ya no será igual esperemos que nos depara el futuro.
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